Recordemos que las aspiraciones políticas de los ciudadanos se ven representadas en una persona natural que aparentemente tiene las condiciones de líder y de guía; seria demasiado bueno que tenga las condiciones de héroe y de profeta algunas veces.
Todos podemos llegar ser alcaldes, presidentes regionales, consejeros regionales y regidores. Pero no todos debemos; pues porque no todos somos iguales y todos debemos conocer nuestras virtudes y nuestros defectos.
En definitiva seria mejor reconocer la primacía de nuestros defectos para no poder aspirar a ser algo que no debemos de ser.
Y siento que cada día aparece un nuevo candidato, un nuevo punto de vista que pecan de ser tontos en la mayoría, otros parecen que aspiraran a ser representantes de alguna empresa que promueve los recreos turísticos o que venden bebidas calientes.
Pero por el bien de nuestra democracia alicaída y de nuestros sistema nada representativo, es bueno que en la actualidad se vean muchos partidos y se trate de elegir a quien puede más y a quien tiene mejores armas de argumentación; por ello tenemos la reiterada necesidad de escuchar todas las propuestas y de analizarlas eficazmente y no votar por partidos sin identidad y sin imagen propia. Siendo así llegamos a la certera conclusión de que la competencia es buena.
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